lunes, 5 de agosto de 2013

ETERNO COMO EL OCEANO

http://youtu.be/dVYPw9OXauA

Todos de alguna manera u otra sea hablando, narrando, mirando,escuchando o cualquiera de las miles de millones de formas para expresar nuestra alma lo hacemos millones de veces a lo largo del día. Yo, que vagamente me expreso por la narración me encuentro con esos vacíos en los que uno sabe perfectamente lo que quiere expresar pero su cerebro, que no es de un millón de dólares; no sabe llevar a cabo.Uno de éstos innumerables apagones mentales me pasan cuando quiera expresar el mar, el océano,la mar. Digo la mar porque uno vive y convive con el inmenso desierto vivo de agua y sus movimientos eternos y diferentes cada segundo en cualquier punto que mire uno. Mi mar Cantábrico con sus extrañas calmas que solamente preceden a olas que intentan salirse de su cautividad eterna para invadir la tierra de la que fueron alejadas hace millones de años. Esa mar que a los del norte nos gusta y que quizás sólo entendemos nosotros  con un atavismo que nos hace ser felices contemplando su bravura y temiendo la calma. Disfrutamos con sus aguas frías,sus vientos heladores cortándote la cara mientras uno espera una ducha de agua salada los días de grandes mareas o de las temidas pero increíbles galernas con el atronador ruido de fondo que emiten los dioses celtas del rayo y el trueno.Quizás el Cantábrico no sea como los mares que rodean Australia,quizás ni siquiera se le parezcan , pero éste guitarrista y cantante australiano, JOHN BUTTLER,me narra la calma que precede a la tempestad mientras las mareas de septiembre hacen de las suyas con olas que pretenden devorarnos para acabar con una lluvia fría que intenta igualarse con su hermana salada. 
La composición tiene como título, cómo no, OCEAN y son cinco minutos de guitarra de doce cuerdas y tres pedales acústicos el menudito surfero maneja con prodigio y que merecer ser eterna como la mar.



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