sábado, 2 de noviembre de 2013

ERASE UNA VEZ LA URSS

 Estupendo trabajo periodístico publicado en tres entregas en el semanal París - Match de 1957. Este trabajo de un joven de 27 años que luego llegaría a ser un periodista humano y escritor de sentimientos( Arde París?, Calcuta, O llevaras luto por mí, Los cuatro jinetes de la Apocalípsis...) junto con el fotógrafo del diario Pedrazzi, y sus respectivas esposas; narra un viaje periodístico por la URSS de Krushev en un intento post-stalinista de apertura.
Tres semana donde viajarán acompañados de un periodista ruso , Slava y su esposa Vera contemplando y asombrándose de las rutas soviéticas o las grandes diferencias culturales. 

                         La incredulidad porque su coche no funcionaba con queroseno, la ausencia de talleres , simplemente no había coches excepto los oficiales. Las carreteras en las que el líder soviético afirmaría serían motivo de divorcio y, sobre todo y únicamente lo importante , los pasajes humanos: El ferroviario afortunado por tener una habitación con baño y cocina compartida para su familia y la vecina. El director del Koljós ucraniano con fotos del antiguo dueño de las tierras en su despacho y su explicación increíble de sueldos por productividad....Pero diferente al capitalismo. O los cuerpos que se tuestan al sol  en el mar Negro donde las mujeres ofrecían el sueldo de un mes por uno de los bikinis que lucían Adelle o Lucyl. O bodas religiosas en medio del ateísmo oficial. O la historia del un armenio que beso la bandera francesa que portaba el coche ( había luchado en la resistencia francesa) y que el gesto le valió tres años en un gulag en ártico. O el cirujano de Tiflis con criadas y niñeras?¿.  Histórias mínimas y máximas bajo las frases de la " URSS de los mil años" del su acompañante. El cual fue sancionado y desterrado a Rumanía por confraternizar demasiado con los extranjeros y permitir sus artículos en Francia.

                           O las herida de balas y muerte posterior de Pedrazzi en las revueltas de Hungría y su traslado a Francia con unas palabras proféticas: "Los rusos no se merecen ésto,Hungría no se merece ésto".


                            Todo el libro está ilustrado con fotos de cada momento, cada instante.


                           Un reportaje humano de tiempos que todos esperamos que no vuelvan.


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